MAHINDRA CJ 540
PHOENIX
Este TT es un ejemplo de lo que aquí llamamos un todo terreno "RÚSTICO". Me imagino que muchos lo conocen, pero en realidad para la gran mayoría de las personas que no están vinculadas al mundo del 4x4 es un auténtico desconocido. Yo mismo lo conocí de forma fortuita, y fue un amor a primera vista. Era el coche del padre de una amiga y por casualidades de la vida lo puso en venta, momento en que decidí que sería mío.
Es un todo terreno muy peculiar, o por lo menos esa es mi idea. El chasis es importado del legendario Jeep Willys hasta la India, donde es montado prácticamente de forma artesanal. Lleva instalado el capó y la parrilla delantera de fibra, que aligeran bastante el conjunto del vehículo. Este todo terreno viene provisto de techo de lona incluidas las puertas. En Valencia una empresa comercializó un techo de fibra fabricado por ellos aunque personalmente creo que es más auténtica su silueta de lona. También lleva las ópticas delanteras del SEAT 127, así como los indicadores de dirección laterales.
Este modelo lleva un motor de Peugeot modelo XDP4.90, 2.1, montado en el modelo Peugeot 504. Tiene una caja de 4 velocidades, con tracción trasera, pudiendo utilizar la tracción total con una palanca interior y reductora bastante aceptable. Es un vehículo muy lento en carretera, siendo prácticamente imposible pasar de los 110 Km./h en autopista, pero en el monte es bastante robusto y se mueve muy bien. No dispone de dirección asistida, así que no ayuda mucho en situaciones complicadas. No me voy a extender más por que estos detalles los pueden averiguar en varias páginas que se encuentran disponibles con información de este modelo. En resumen es un TT para los amantes del aire libre y de las mecánicas y prestaciones básicas.
Este artículo, en realidad, lo escribo para narrar lo que me sucedió al año y medio de tener mi Mahindra. Una noche lo dejé aparcado por fuera de mi casa y en dos horas estaba en un descampado totalmente calcinado. (Un robo, claro). Algunas de las fotos dejan ver lo que describo como calcinado; la chapa quedó oxidada debido a que fue apagado por los bomberos utilizando agua en grandes cantidades. Por la mañana fui al lugar para llevármelo y la duda me saltó cuando la grúa me preguntó que hacer con él… Yo sinceramente estaba destrozado, quería a ese coche, estaba muy orgulloso. Seguramente en otras partes hay muchos por la calle pero aquí en Tenerife somos literalmente cuatro los propietarios de un Mahindra.
Entonces algo me hizo llevármelo para casa, aunque la realidad era bastante cruda: lleno de óxido de una sola noche, quemado, con las cuatro ruedas calcinadas; el capó, la parrilla, los sillones, el cuadro de mandos con todos los pilotos, el parabrisas, etc. habían desaparecido, sólo estaba la chapa que no se quemó, pero si se dilató pareciéndose a un papel arrugado, y como no, un montón de cenizas que lo cubrían.
Me considero una persona muy cabezota y me dio mucha rabia que sin motivo me hubiera pasado esto, así que me propuse reconstruirlo. Pedí opiniones a algunos mecánicos y todos me decían que estaba loco, que me costaría una fortuna o que no quedaría bien o que se oxidaría, etc., pero sólo bastó que uno me dijera que tenía solución para ponerme manos a la obra. Intentaré no extenderme mucho, ya que tuve bastantes problemas con la mecánica y la electricidad por culpa de algunos mecánicos que no fueron profesionales, engañándome durante muchos meses y dando muchas vueltas con él por varios talleres.
La parte de chapa y pintura la realicé yo mismo, con ayuda de un amigo. Me hice un experto en materia de productos anti-óxido y lijas de todo tipo, tardando aproximadamente unos 5 meses en realizar este trabajo aunque sólo eran los fines de semana. Lo importante es que lo hacía con la ilusión de volver a pasear con mi TT, que más que nunca me llenaba de orgullo. Fue lijado centímetro a centímetro, con radial y tratado con productos anti-óxido mientras que los bajos tratados con pintura asfáltica y un producto llamado Gravitec, para insonorizar y proteger los bajos. Una vez lijado y terminado de chapa, ya que se encontraba dilatada por el fuego, hubo que enderezarla. Fue trasladado a uno de los talleres, donde se le instaló un motor de un 504, que compré para los repuestos.
Después de meses esperando, me lo llevé a casa para terminar el trabajo de pintura y montar las piezas de carrocería. (Si no lo hubiera sacado por sorpresa, seguro que todavía estarían sin hacerle nada). Me decidí por el amarillo por ser un color llamativo y que a su vez es muy sufrido con los rayones. Ya ustedes comprobarán los resultados de este gran trabajo.
El tanque del gasoil fue restaurado, cosa que después me dio muchos problemas ya que por mucho que se limpió, quedaron restos del gasoil quemado, que se solidificaron y se iban desprendiendo al llenar el tanque colapsando completamente el filtro, llegando a no dejar pasar ni una gota de gasoil. Afortunadamente, a día de hoy, esta complicación ya está solucionada. Anulé las tomas de aire laterales, así como los aletines de los guardalodos. También sustituí los indicadores de posición e intermitentes por otros no originales. La defensa delantera fue preparada para anular las esquinas plásticas, cerrándolas con chapa. Del resto, todo es nuevo: amortiguadores, correas, manguitos, etc. Tuve que caminar por muchas casas de repuestos para localizar lo que me hacía falta, haciendo muchas adaptaciones, pero el esfuerzo merecía la pena.
Los repuestos originales los conseguí en una empresa de Valencia. Fueron exactamente el capó, la parrilla, el salpicadero, así como todos sus pilotos y relojes del mismo y también el motor del limpiaparabrisas. El resto fueron adaptaciones de un gran mecánico que finalmente se hizo cargo del trabajo y que en solo dos semanas montó lo que me habían asegurado que tardarían meses. Lleva adaptado la bomba de freno y de embrague de Land Rover, así como varias piezas que perdí la pista de su procedencia ya que el mecánico fue tan rápido que no llegué a verlas sino ya instaladas. La instalación eléctrica fue montada finalmente por otra empresa, que me sorprendió por su rapidez y calidad de instalación ya que mejoraba la original muchísimo.
Han pasado ya unos 7 años desde que lo quemaron, tardé unos 2 años en las reparaciones a causa de los continuos engaños, pero el trabajo en total no hubiera pasado de los 7 meses. Actualmente sigue en plena forma aunque ya no lo utilizo tanto porque ahora me he comprado un Jeep Cherokee 2.5 td, pero siempre que encuentro un fin de semana libre lo saco de paseo.
Espero que este relato les sea cuanto menos, curioso y quiero agradecer a Fuerapiche, la oportunidad de hacer conocer todo esta aventura en la que me embarqué, por el amor a mi TT, el cual espero conservar en funcionamiento por muchos años, y que bauticé con el apodo de Phoenix.
NACHO SUAREZ
SANTA CRUZ DE TENERIFE.